Racores neumáticos son dispositivos utilizados para conectar secciones de tubería neumática o manguera en un sistema neumático. Están diseñados para crear un sello hermético, de modo que el aire comprimido u otros gases puedan fluir a través del sistema sin fugas.
Hay muchos tipos diferentes de accesorios neumáticos disponibles, cada uno con sus propias características y beneficios únicos. Algunos tipos comunes de accesorios neumáticos incluyen:
Accesorios de conexión a presión: Estos accesorios están diseñados para ser fáciles de usar, con un mecanismo de conexión a presión simple que permite que los tubos se conecten y desconecten rápida y fácilmente.
Racores de compresión: estos racores utilizan un anillo de compresión o férula para crear un sello cuando se inserta el tubo. A menudo se utilizan en sistemas de alta presión.
Accesorios con púas: estos accesorios tienen una pequeña lengüeta o protuberancia que sujeta el tubo y lo mantiene en su lugar, creando un sello. A menudo se utilizan en sistemas de baja presión.
Accesorios roscados: estos accesorios tienen roscas que se atornillan en el extremo de una tubería o tubo, creando un sello. A menudo se utilizan en sistemas de alta presión.
Racores de desconexión rápida: Estos racores cuentan con un mecanismo que permite desconectar los tubos de forma rápida y sencilla sin necesidad de herramientas.
Racores en codo: estos racores se utilizan para cambiar la dirección de la tubería y están disponibles en varios ángulos.
Racores en T, racores en Y y otros racores especiales: estos racores se utilizan para dividir o combinar el flujo de aire en un sistema neumático.
Los accesorios neumáticos están disponibles en varios materiales, como metal, plástico y latón, y se utilizan en una amplia gama de aplicaciones, incluida la fabricación, la automatización industrial y muchas otras. La selección de accesorios depende de los requisitos específicos de la aplicación, como la presión de trabajo, la temperatura y el tipo de fluido o gas que se utiliza.
También es importante asegurarse de que los accesorios sean compatibles con la tubería o la manguera que se utiliza, y que estén correctamente instalados y apretados para evitar fugas.