Las principales diferencias entre actuadores neumáticos y válvulas solenoides cuando se realizan operaciones no solo se reflejan en sus principios básicos de trabajo, escenarios de aplicación y métodos de control, sino también en su estructura de diseño, características de desempeño, mantenimiento y rentabilidad. Los actuadores neumáticos dependen principalmente del aire comprimido como fuente de energía y ajustan el tamaño y la dirección de la presión del aire a través de sistemas de control neumáticos (como triplex neumáticos, válvulas reductoras de presión, posicionadores, etc.) para accionar actuadores (como cilindros, motores neumáticos). ) para completar el movimiento lineal o giratorio. Suele contener piezas mecánicas como pistones, sellos, resortes y elementos de control para ajuste y retroalimentación. Los actuadores neumáticos tienen una estructura simple, acción rápida, gran adaptabilidad al medio ambiente y pueden funcionar de manera estable en condiciones difíciles.
Las válvulas solenoides son dispositivos que utilizan fuerza electromagnética para controlar el encendido y apagado de fluidos (gas o líquidos). Suele estar compuesto por electroimanes, cuerpos de válvulas, núcleos de válvulas, sellos y otros componentes. Cuando se activa el electroimán, la fuerza magnética generada atrae el núcleo de la válvula para que se mueva, cambiando el estado de encendido y apagado del canal de flujo en el cuerpo de la válvula, logrando así el control de la dirección del flujo, el caudal o la presión del fluido. Las válvulas solenoides tienen las ventajas de tamaño pequeño, peso ligero, acción rápida, control preciso y son fáciles de lograr con control remoto y control automático.
Los actuadores neumáticos se utilizan ampliamente en situaciones que requieren gran empuje, respuesta rápida y confiabilidad, como manipulación de materiales, ensamblaje, posicionamiento, etc. en líneas de producción de automatización industrial, así como control de válvulas en industrias químicas, petroleras, metalúrgicas y otras. Sus métodos de control son diversos, pudiendo ser control manual, neumático o control automático logrado combinando PLC, sensores, etc.
Las válvulas solenoides se utilizan más en situaciones en las que es necesario controlar con precisión el flujo, la presión o la dirección del fluido, como sistemas hidráulicos, sistemas de suministro de agua, sistemas de refrigeración, sistemas de aire acondicionado, etc. El control de las válvulas solenoides generalmente se logra mediante señales eléctricas, que se puede integrar fácilmente en sistemas de control automático para lograr monitoreo remoto y control inteligente.
Los actuadores neumáticos tienen las ventajas de una gran fuerza de salida, acción suave y fácil mantenimiento, pero se ven muy afectados por las fluctuaciones de la presión del aire y tienen una precisión de control relativamente baja. En términos de mantenimiento, es necesario comprobar periódicamente el sellado, la limpieza y la lubricación de los componentes neumáticos y la estabilidad del sistema de presión de aire.
Las válvulas solenoides tienen las ventajas de un control preciso, una velocidad de respuesta rápida y una larga vida útil, pero son susceptibles a interferencias electromagnéticas y corrosión media. Durante el mantenimiento, se debe prestar atención al rendimiento del aislamiento del electroimán, al desgaste del núcleo y los sellos de la válvula y a la confiabilidad de las líneas de conexión eléctrica.
La inversión inicial de los actuadores neumáticos es relativamente baja y, debido a su estructura simple y mantenimiento conveniente, el costo de mantenimiento también es bajo a largo plazo. Sin embargo, el sistema neumático necesita estar equipado con una estación de aire comprimido, lo que aumenta el consumo de energía y los costes operativos. Aunque la inversión inicial de la válvula solenoide puede ser ligeramente mayor, tiene mejores beneficios económicos a largo plazo debido a su control preciso y su fácil integración en el sistema de automatización, lo que puede mejorar efectivamente la eficiencia y la calidad de la producción. Al mismo tiempo, el consumo de energía de la válvula solenoide es relativamente bajo, lo que favorece la conservación de energía y la reducción de emisiones.